Johann Heinrich Wilhelm Tischbein, también conocido como Goethe-Tischbein, esto es, Tischbein de Goethe (Haina, 15 de febrero de 1751 – Eutin, 26 de febrero de 1829) fue un pintor y grabador alemán.

Pertenecía a la familia de pintores Tischbein. Fue alumno de sus tíos, primero de Johann Heinrich en Kassel, pintor que se dedicaba al retrato cortesano; y después de Johann Jakob en Hamburgo y Holanda. En este último país estudió la pintura del siglo XVII y en Suiza donde entró en contacto con el movimiento del Sturm und Drang. En el año 1777 marchó a Berlín, donde trabajó como retratista. Pasó dos años trabajando como retratista en Bremen y Berlín.

Como muchos de sus colegas contemporáneos, Tischbein vivió en Roma durante algunos años. En 1779 obtuvo una beca de estudios para ir a Italia, lo que le permitió pasar por Múnich y Núremberg, donde pudo estudiar las obras de Alberto Durero, de las cuales copió los Apóstoles. Durante esta primera estancia en Roma (1779–1781) su estilo cambió del rococó al neoclasicismo. Pintó paisajes, escenas históricas y bodegones. En Zúrich en 1781, gracias a Lavater, entró en contacto con Goethe. De estos años son las telas, ambas conservadas en el Goethe Nationalmuseum de Weimar, Götz y Weislingen y la Vista de San Gotardo, siendo esta última una de las primeras interpretaciones románticas del paisaje suizo.

Su segunda estancia en Roma, gracias a una segunda beca de estudios, duró dieciséis años (1783–1799). En Italia se adhirió al movimiento neoclásico, cambiando incluso sus iconografías, si bien al comienzo siguió tratando temas inspirados en la historia nacional alemana, pronto pasará a temas de la antigüedad clásica, siguiendo el ejemplo de Jacques-Louis David.

Debe su apodo de Goethe-Tischbein a su celebérrimo cuadro del escritor que se conserva en Fráncfort del Meno. Profundizó en su amistad con Johann Wolfgang von Goethe en 1786, acompañándolo a Nápoles en 1787. Más tarde, Goethe relató este viaje en su Italienische Reise (Viaje italiano). De ese mismo año es su obra más famosa, un retrato de Goethe como viajero en la campiña romana (actualmente en el Instituto Städel, Fráncfort del Meno).

El famoso retrato del gran poeta se creó durante la estancia de Goethe en Italia de 1786 y 1788. En la Via del Corso en Roma, Goethe y Tischbein a los que les unía una gran amistad, compartieron un estudio. Son característicos de este cuadro la concepción de la composición como si se tratara de una estatua heroica y el contenido bien estudiado. Goethe, gran admirador del mndo greco-latino, homenajea a los antiguos clásicos con su Ifigenia.
El escritor aparece en una pose meditabunda y solemne sobre el fondo de Appia antica, entre restos de esculturas, ruinas de acueductos y a lo lejos el perfil de los Castelli, no un simple retrato-souvenir, sino verdaderamente un recuerdo del Grand Tour emprendido por Goethe, mas la consagración del Grand Tour como un rito irrenunciable e iniciático para toda una generación de amigos de lo antiguo.
Un complemento musical a esta entrada: La Ópera Werther de Jules Massenet.

Composición
Es un proyecto largo tiempo meditado por Massenet; los primeros esbozos se remontan al año 1880. La esencia de la composición se desarrolló entre 1885 y 1887. El secreto del éxito logrado por Massenet en el dominio de la ópera es más razonable atribuirlo a la facilidad y frescura de su vena melódica que a razones estrictamente teatrales. Los libretistas, Édouard Blau y Paul Milliet, adaptaron la novela epistolar de Goethe, desarrollando particularmente el papel de Charlotte para hacer un personaje tan importante como el rol titular. El sentimiento puramente francés, típicamente parisino de Massenet, se encuentra íntegro en toda su producción, incluso en este germánico Werther, derivado de la famosa novela de Goethe. Pero hubo un momento en que no se creyó así. La obra fue rechazada por el teatro de la Opéra Comique de París, cuyo director, Léon Carvalho, encontró «este triste tema sin interés».

Quiero terminar esta publicación con esta vital y maravillosa interpretación de este «Pourquoi me réveiller?» en la voz de uno de los mejores tenores líricos de la actualidad, el peruano Juan Diego Florez. Espero sea de vuestro agrado.
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